Una de las 5 grandes clásicas y posiblemente la más dura del ciclismo en ruta. La Paris-Roubaix es especialmente conocida por 2 motivos más allá de su longitud. Debido a las fechas en las que se disputa la prueba (entrada de primavera) y a la zona en la que está la ruta hace que la lluvia siempre sea una gran protagonista formando en la carretera en diversos tramos que se convierten en un auténtico barrizal lo que nos deja imágenes para el recuerdo, como la que en esta entrada se muestra. La otra gran característica de la prueba es que tiene muchos tramos (más que ninguna otra clásica) de terrerno adoquinado, lo que hace a la Paris-Roubaix una carrera especialmente dura que curiosamente ningún ciclista español ha sido capaz de ganarla.
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